Patrimonio natural Puebla de San Miguel

Puebla de San Miguel: el parque natural más alto de la Comunidad Valenciana

El Parque Natural de Puebla de San Miguel declarado el 25 de Mayo de 2007 se asienta sobre las estribaciones occidentales de la Sierra de Javalambre dentro de la comarca del Rincón de Ademuz, ocupando la totalidad del término municipal de Puebla de San Miguel. En él encontramos el Alto de las Barracas que con sus 1.838 metros constituye la cumbre de la Comunidad Valenciana. Dentro de sus 6.390 ha de superficie destacan elementos naturales de incalculable valor tanto ambiental como paisajístico: poblaciones de sabina albar, sabina rastrera, pino albar, tejos… El alto grado de conservación de este espacio es fruto de la gestión llevada a cabo por los habitantes del municipio durante siglos. Muestra de ello es el rico y variado patrimonio etnográfico y cultural existente a lo largo de todo el territorio.

La escasa presión antrópica y la adecuada gestión municipal de los recursos ha propiciado una notable diversidad vegetal, patente tanto en las distintas formaciones vegetales que cubren su término como en la presencia de endemismos Ibero-levantinos o de árboles monumentales.

Destacan tres masas arbóreas principales, el pinar, el sabinar y el carrascal, además de la existencia de otros conjuntos menores de quejigar, de vegetación de alta montaña, así como la presencia de tejos.

Cuenta con diversos hábitats de interés comunitario, escasos, y de valores naturales muy importantes. Tiene declaradas seis microrreservas de flora, en las que podemos encontrar especies de gran valor botánico.

Las Blancas

El paraje de las Blancas se encuentra en la cabecera del Barranco del Castellar, entorno árido, frío y rocoso en suelos calizos, donde las sabinas albares, joyas vivas del Parque Natural de Puebla de San Miguel, alcanzan los mil años de longevidad, ocupando una de las 13 microrreservas de flora diseminadas por toda la comarca.
En este pequeño rodal se encuentran las sabinas mejor conservadas del todo el territorio valenciano, vigías del tiempo han soportado inclemencias del tiempo, copiosas nevadas, tormentas eléctricas y vendavales que han dado forma a sus fustes, algunos rectos y esbeltos, otros retorcidos y quebrados, pero todas ellas dignas de admiración.

Forman un paisaje abierto con escaso sotobosque, resaltando entre la dureza del terreno, como soldados erguidos en la ladera, han compartido su hogar desde tiempos remotos con el pastoreo, proporcionando un medio de vida prioritario a las gentes de estas altas tierras.
Dentro de los límites del Parque Natural se encuentran 231 de las 246 sabinas catalogadas en toda la Comunidad Valenciana, formando un paisaje especial y único que podremos disfrutar a lo largo de todo el recorrido.

Rutas senderistas:

Alto de las Barracas

Nos encontramos en un área de gran valor ecológico que además tiene el honor de ser techo del territorio valenciano con sus 1839 metros de altitud. En este grupo se sitúan los enebrales de montaña, con abundantes tapices de erizo y formaciones de sabina rastrera (Juniperus sabina), llamadas popularmente “Piel de Leopardo” debido a la forma característica de sus ramas tendidas sobre el suelo en formación circular. La peculiar sabina rastrera mantiene la hoja todo el año y formando cavidades bajo los ventisqueros de nieve conservan su espacio vital, favoreciendo a otras especies que mantienen sus yemas al abrigo de esta cobertura.
Albergan otras poblaciones de especies catalogadas como Vitalianaprimuliflora y Ribes uva-crispa, junto a otras no catalogadas como el agracejo y el tomillo terrero, conformando un ecosistema rico en pastos de verano aprovechado por importantes cabañas de ganado ovino. En las inmediaciones se encuentra el refugio de montaña del Collado Buey, en el límite con Aragón formando parte de este pasaje único.

Rutas senderistas y PRs:

Pino de Vicente Tortajada

La particularidad de esta microrreserva de flora es la presencia de un ejemplar monumental de pino albar, al que se le calcula una edad de 250 años, conocido entre los vecinos de Puebla de San Miguel como Pino de las tres Garras por los tres troncos que presenta.Actualmente es más conocido por el nombre de Pino Vicente Tortajada, en recuerdo y homenaje al guarda forestal Vicente Tortajada (1937-2003), que fue el responsable de evitar que fuera talado en un aprovechamiento maderero durante los años 60 del siglo pasado.

En esta microrreserva observamos una formación densa y boscosa, con fustes totalmente rectos y erguidos tapizados de líquenes, que van perdiendo paulatinamente sus ramas inferiores creando un entorno muy particular, donde el aprovechamiento de maderas y leñas ha resultado un motor económico esencial para la comarca desde la antigüedad.

Entre la fauna destacamos la presencia de la mariposa apolo (Parnassiusapollo), de buen tamaño y colores vistosos, rojo, blanco y negro, prácticamente desaparecida en el resto del territorio valenciano, necesita del frío para completar su ciclo biológico y encuentra en estas altas tierras uno de sus últimos y escasos refugios naturales.

Travesias, rutas y experiencias: